¿Te gustaría conocer los beneficios de la inteligencia emocional? En InfoEducación te vamos a presentar una habilidad esencial para mejorar tus relaciones interpersonales. La inteligencia emocional es una de los aspectos más importantes en la vida de las personas; a pesar de que su aprendizaje no sea el más extendido.
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¿Qué es la inteligencia emocional?
Desde pequeños vamos a instituciones educativas con el fin de cultivar nuestros conocimientos para llegar a ser miembros productivos de la sociedad; por su parte, en el hogar nos enseñan los valores familiares, el respeto hacia los adultos, la obediencia, comunicación y muchos elementos que nos complementan como personas racionales.
Con nuestros amigos aprendemos a socializar, a ser independientes, a pensar por nosotros mismos, tener criterio, defender nuestras ideas y opiniones, valorar el significado de la amistad y mucho más.
Todo esto, junto a las experiencias cotidianas, son los que permiten que nuestra personalidad y pensamientos cobren forma; sin embargo, hay un punto que en pocas ocasiones se desarrolla en las instituciones familiares o educativas, la inteligencia emocional.
Si bien es cierto que necesitamos todos estos conocimientos empíricos para ser adultos capaces de aportar estos elementos a la siguiente generación, entender las emociones propias y ajenas también debería de formar parte de todo este proceso de aprendizaje.
Queda claro que en la actualidad no son muchas las personas que prestan atención a este tipo de inteligencia. Muchos malentendidos cotidianos pueden ser fácilmente evitados si la población en su totalidad tuviera un conocimiento certero sobre sus emociones.
Por otra parte, la etapa donde más vemos el conflicto emocional es la adolescencia. Son pocos los adolescentes capaces de entender qué están sintiendo en situaciones de estrés, por lo tanto, una de las reacciones comunes es arremeter contra este objeto o persona que está causando dichas emociones generalmente negativas.
La inteligencia emocional reúne dos conceptos que muchos creerían que no pueden entrelazarse; la inteligencia, casi un sinónimo de la racionalidad, y las emociones, donde los impulsos pueden llegar a ser descontrolados.
Este término engloba todas las acciones que nos permiten gestionar nuestras emociones, entenderlas a su nivel más profundo y actuar comprendiendo lo que puede llegar a significar para las personas a nuestro alrededor.
¿Cuáles son los beneficios de la inteligencia emocional?
Menos agresividad
La agresividad rápida, irritabilidad e irascibilidad son puntos en común que tienen las personas con poca inteligencia emocional. Controlar las emociones negativas como la ira al entenderlas, aceptarlas y superarlas, forma parte de los objetivos establecidos de quienes desean desarrollar este tipo de inteligencia.
La empatía es casi un sinónimo del término. Además de entender nuestras emociones y su origen; también se debe comprender qué está sintiendo el prójimo y cuál es su situación. Empatizar con quienes nos rodean es importante para desarrollar un ambiente positivo.
Capacidad de racionalizar en situaciones de estrés
A nivel personal la inteligencia emocional juega un papel de gran importancia pues nos permite ser capaces de perseverar en momentos de gran angustia. Mantener la calma en situaciones extremas generalmente no evita que podamos buscar soluciones viables a los problemas presentados.
Efecto positivo en la salud
Asimismo mejora nuestra salud. Sentir las emociones de manera incontrolada puede acarrear en distintas afecciones como dolores de cabeza, entumecimientos, colesterol alto, estrés muscular, ansiedad, enfermedades cardiovasculares e incluso puede ocasionar infartos. Esto fue descubierto por el cardiólogo americano Meyer Friedman y R.H. Rosenman.
De hecho, según el estudio de la facultad de medicina de Harvard las personas que han sufrido afecciones al corazón son capaces de reducir la probabilidad de infartos al gestionar sus emociones negativas más fuertes.
Cambiar debilidades a fortalezas
Al entender nuestro estado emocional podremos agarrar nuestras debilidades y convertirlas en fortalezas. Si una persona con pánico escénico se autoanaliza y descubre el origen de su miedo, puede ser capaz de utilizar esa energía y transformarla en un impulso positivo. Es cierto que a veces se necesita la ayuda de expertos para poder llegar a las conclusiones necesarias para avanzar.
Mejora nuestras relaciones personales
Como ya hemos venido comentando, tener inteligencia emocional ayuda a mejorar la relación que tenemos con otras personas. Los conflictos son situaciones que ponen en tensión nuestra relación con una pareja, amigos o familia.
Cosas como celos, envidia, desconfianza, entre otros; son sentimientos que, si no se prestan atención a tiempo, pueden resultar en comportamientos tóxicos y conflictivos.
En este punto la empatía y la gestión emocional jugarán un papel importante pues lograremos tomar las decisiones más acertadas al pensar con claridad; lo que a su vez mejora la relación que tenemos con otras personas.
¿Cómo aprender inteligencia emocional?
Al igual que el conocimiento empírico, intelectual y social, la inteligencia emocional también puede ser cultivada desde una edad bastante temprana. Existen muchos libros didácticos que los padres pueden utilizar para enseñarles a los pequeños sobre las diferentes emociones.
Igualmente tienen la oportunidad de realizar actividades recreativas como un show de títeres o crear un juego de mesa para empezar a sembrar este tipo de inteligencia en la conciencia del niño. Este tipo de ejercicios dinámicos y divertidos son la mejor opción en el caso de los infantes.
Para los adultos, desarrollar esta inteligencia requiere de paciencia, perseverancia y autoanálisis. Los cambios son un poco más difíciles debido a que nuestra personalidad y comportamiento está mucho más arraigado en nuestro ser; sin embargo, no significa que sea imposible, solo que requerirá de cambios profundos.
Ayuda profesional
La primera opción es buscar ayuda de un profesional. Al hablar y debatir nuestros comportamientos y/o decisiones con un experto en el tema; será más fácil identificar y entender las emociones que surgen en ciertas ocasiones. En estos casos el feedback o retroalimentación es esencial para empezar a gestionar los sentimientos más intensos.
Análisis propio
Aunque también puedes realizar actividades por cuenta propia para desarrollar la inteligencia emocional. Analiza de manera profunda la emoción que estás sintiendo; por ejemplo, si tienes miedo, pregúntate qué lo está causando. Detalla la escena y las palabras que produjeron el surgimiento de dicha emoción e intenta encontrar su verdadero origen.
Desarrollo de empatía
No olvides desarrollar tu empatía. Comprender a los demás es muy importante para desarrollar este tipo de inteligencia. No juzgues a otro solo por su comportamiento inicial. En este punto el lenguaje corporal juega es esencial pues te dará un indicio de cómo se siente realmente la persona que está frente a ti.
Encuentra la emoción primaria
Una de las dificultades de autoanalizarse es encontrar la emoción primaria; es decir, la emoción real que genera otro conjunto diferente de emociones. Por ejemplo, la rabia e ira que puede sentir una persona traicionada por un amigo es concebida por la tristeza; esta última sería la emoción primaria.
El efecto Bridget Jones
Otra actividad increíblemente efectiva que puedes hacer para desarrollar inteligencia emocional es realizar un diario donde anotarás todas tus emociones e inseguridades al momento de sentirlas o a las horas.
Una situación bastante recurrente es que la memoria se ve afectada por las creencias; por lo tanto, indagar sobre un escenario ocurrido la semana pasada puede no ser tan efectivo debido a nuestras percepciones. Si realizas un diario podrás leer con claridad exactamente lo que sentiste en ese momento, lo que te permitirá realizar un análisis emocional más certero.
¿Qué opinas sobre la importancia de este tipo de inteligencia? Respóndenos en la sección de comentarios y no olvides compartir este artículo en tus redes sociales.